
A
base de la infinidad de películas americanas vistas, todos ya conocemos las
calles sus barrios famosos Beverly Hills, Hollywood y Venice. Nos han
transmitido cantidad de tópicos de la vida americana y de la de Los Angeles en
particular, desde las autopistas de 16 carriles a la delincuencia de una ciudad
sin ley.
Pero
las estadísticas revelan una realidad muy distinta: Entre las mayores ciudades
del país, Los Angeles se encuentra justo en el promedio de delincuencia,
eclipsada por municipios poco enfocados por los medios de comunicación como
Dallas, Detroit, Philadelphia o Baltimore.
En
los años 90 una ola de violencia callejera arrolló el país. La situación en
ciertos barrios de Los Angeles era tan vergonzosa que el ayuntamiento decidió
rebautizar el barrio “South Central” en “South Los Angeles” para borrar el
nombre de la memoria colectiva. Municipios vecinos como Long Beach no se querían
identificar con el suburbio chungo de “Compton” y eliminaron el nombre de sus
calles. Desde luego, la situación ha cambiado muchísimo. Los Angeles no es ni
más ni menos peligroso que cualquier metrópolis europea. Moviéndose con un poco
de sentido común no se encontrará ningún problema.
A
primera vista, muchos viajeros quedan algo decepcionados de una urbe con un
nombre de tal sonido prometedor. Los Angeles no tiene la impresionante estética
urbana de Chicago o Nueva York, se parece más a un suburbio infinito. Su área metropolitana
se extiende por una superficie de 100 por 80 kilómetros. El
transporte público es casi inexistente, las cinco líneas de metro cubren solo
una pequeña parte del terreno y desde el centro a penas se llega a las playas
del Pacífico; por lo menos conecta el Downtown con Hollywood y el aeropuerto.
Downtown,
Hollywood, Beverly Hills, Venice y Santa Monica - los barrios de interés para
el viajero - están muy dispersados y hay que recorrer las gigantescas autopistas
para llegar de uno a otro. Hollywood es probablemente la parte más adecuada
para alojarse. Las principales atracciones relacionadas al mundo del cine se concentran
entre los grandes bulevares ‘Hollywood’ y ‘Santa Monica’. El paseo de las
estrellas, varios cines históricos, el Teatro Kodak donde entregan a los Oscars
y una animada vida nocturna se encuentran a pocos pasos.
Downtown,
el histórico centro de Los Angeles se divide en 3 zonas completamente
distintas: “Old town” es el diminuto núcleo fundado por los colonizadores
españoles cuando California era nada más que una provincia periférica de la
colonia Nueva España. La zona alrededor del Broadway vio su gran época en la
primera mitad del siglo 20 con opulentos cines y teatros. Hoy día está
totalmente en manos de la cultura latina. En los bares sirven tequila y cerveza
mexicana al sonido de rancheras. Un poco más arriba se levantan los rascacielos
de las grandes empresas financieras. Fuera de los horarios de oficina no se
puede esperar mucha vida, dado que muy poca gente realmente vive en la zona.
A
parte de Hollywood, hay dos zonas principales que ofrecen una vida nocturna bastante
animada: En West Hollywood se concentran los restaurantes y bares frecuentados
por los famosos y por aquellos que los quieren ver. Johnny Depp es propietario
del obscuro bar de rock alternativo “Viper Room”, Dan Aykroyd (el alto de los
Blues Brothers) socio del “House of Blues”. No le parece molestar que su
compañero John Belushi murió de un buen cóctel de drogas y alcohol en el hotel
“Chateau Marmont”, a solo cuatro pasos más arriba en el mismo “Sunset
Boulevard”.
Los
guías de viaje suelen presentar Venice Beach como la encarnación del estilo de
vida californiano. Una mal interpretación tremenda. Desde los años 50 Venice
Beach ha sido un refugio para la sub- y la contracultura, opuestas a las
corrientes principales de la cultura de masas. Sin embargo, ha dado luz a
movimientos que más tarde llegaron a diluirse o convertirse en cultura popular
y comercial. Pero el “guetto delante de la playa” siempre ha sido dominado por
estilos de vida minoritarios. La predominante cultura californiana en cambio es
la de las urbanizaciones infinitas de casitas con jardín y hombres en pantuflas
regando el césped.
Los
primeros colonizadores alternativos fueron los beatniks, seguidos de los
hippies, los surferos y los skaters. En Venice se fundaron bandas como los
Doors, los Butthole Surfers o Suicidal Tendencies. Músicos de gran influencia
como Bob Dylan, los Beach Boys, Iggy Pop o Henry Rollins pasaron parte de su
vida, igual que personajes del mundo del cine como Dennis Hopper u Oliver
Stone.
Es
un gusto pasear una tarde por la rambla de la playa, entre tiendas de
tatuadores, bares hippies y médicos que prescriben marihuana. Hay que observar
un rato los artistas en la pista de monopatines o un partido de baloncesto al
lado del gimnasio donde se entrenó Arnold Schwarzenegger mucho antes de
convertirse en Governator. Para mi es lo mejor que tiene Los Angeles pero sin
embargo, por la noche hay que moverse con cuidado.
Hay
de todo en Los Angeles, pero es una ciudad que requiere su tiempo para
explorarla a fondo y para llegar a quererla.
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