Lejos del kitsch y de los tópicos volvemos a descubrir la Ruta66. Encontramos músicos, películas de Hollywood, indios y bandidos, triunfos y tragedias. Hay mucho más que la nostalgia de los años 50.



jueves, 15 de diciembre de 2011

Las ciudades de la Ruta 66 - 1. El punto inicial: Chicago

La metrópoli en las orillas del Lago Michigan es una de las ciudades más infravaloradas de todo el país. Nueva York y San Francisco se llevan los galardones pero Chicago ha fallado en su promoción turística. Sin querer quitar mérito a las dos mencionadas, Chicago supera a todas las ciudades americanas en términos de estética urbana. No se podría haber escogido mejor sitio como punto inicial de la Ruta 66. Es justamente ahí donde se inventó los rascacielos y hoy día la ciudad parece un museo de la historia arquitectónica del país. El centro es increíblemente limpio, no se encuentra ningún graffiti.

En cambio, a Chicago le pesa su reputación de capital de la delincuencia, relacionada a la mafia de Al Capone y a criminales como John Dillinger. En la opinión pública sigue siendo un centro de la corrupción. Los titulares de los periódicos fomentan esta imagen: El ex-gobernador George Ryan – conocido por su moratorio de la pena capital en el estado de Illinois - seguirá entre rejas hasta 2012 por haber aceptado sobornos. Su sucesor Rod Blagejovich intentó a vender el escaño de Barack Obama cuando este dejó el senado para instalarse en la Casa Blanca. Hace solo una semana, Blagejovich - calificado como el gobernador menos popular de todos los tiempos - fue condenado a 14 años de prisión.

La corrupción y la notoria incompetencia de la administración también influyen un poco en la visita de la ciudad: El Millenium Park, ideado para celebrar la llegada del nuevo milenio, no fue acabado hasta el 2002. Los habitantes se burlaron diciendo que habría que llamarlo el ‘Parque del cuarto Milenio’. El futuro de otro proyecto fantástico todavía está por verse: El arquitecto valenciano Santiago Calatrava diseñó un edificio que prometía ser el rascacielos más bonito del mundo entero. El cohete entregirado se debía levantar hasta 600 metros de altura pero tras acabar los fundamentos hace tres años, las obras están paradas.

No obstante, queda la subida al piso 103 de lo que sigue siendo el edificio más alto del hemisferio occidental: La Sears Tower –oficialmente rebautizada en Willis Tower. Las vistas de la ciudad y del lago son absolutamente espectaculares. Los que saben superar el vértigo, se pueden atrever a salir a uno de sus balcones con suelo de vidrio para observar a los taxis de miniatura, 400 metros más abajo.

Paseando por las calles se detecta obras de arte de creadores de primera clase como Picasso, Miró o Chagall. La primera categoría de artistas se encuentra también en el Art Institute que ofrece una magnífica colección de obras de Dalí, Picasso, Van Gogh, Monet, Renoir o Cézanne y uno de los cuadros americanos más famosos: “Nighthawks” de Edward Hopper, la escena de un bar de noche que todo el mundo relaciona con Humphrey Bogart.

Chicago está profundamente relacionado con la historia de la música, especialmente con el Jazz y el Blues. En los años 30 del siglo pasado empezó una gran migración de afroamericanos que huyeron de la represión de los estados del sur. Entre ellos brillan nombres como Louis Armstrong, Muddy Waters o Bo Diddley. Todos llegaron a la fama en el ambiente más liberal de Chicago. Hoy día el Jazz y el Blues siguen vivos en la ciudad y no haremos ningún viaje por la Ruta 66 sin acudir a algún bar para escuchar música en directo.

La Ruta 66 empieza en una ciudad preciosa, fascinante y muy sorprendente. Para mi personalmente, uno de mis sitios favoritos ...




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