Lejos del kitsch y de los tópicos volvemos a descubrir la Ruta66. Encontramos músicos, películas de Hollywood, indios y bandidos, triunfos y tragedias. Hay mucho más que la nostalgia de los años 50.



jueves, 30 de septiembre de 2010

Extensión: Florida

El grupo salió viernes del aeropuerto de Los Angeles de vuelta hacia España. Creo que todos han quedado contentos con el viaje y todas las nuevas y algunas sorprendentes experiencias.
Pasé el día en Los Angeles. Me fui a ver la casa del escritor Charles Bukowski, un “Angelino” autentico de toda la vida. Por la tarde cogí un vuelo hacia Miami, ya que aún tengo más ideas en la cabeza. La península de Florida representa la única zona de Estados Unidos donde el clima permite ir en moto durante todo el año.
Cada primavera se encuentra medio millón de moteros en la ciudad playera de Daytona Beach, a unos 400 kilómetros al norte de Miami. Y ese es mi destino. El próximo Marzo vamos al festival, a la locura universal del mundo de la moto. Para dejarlo todo organizado, cojo un coche en Miami y subo por la costa del Atlántico!
Miami es la ciudad más latina de todo el norte de América. La capital de los excomunitarios cubanos es completamente bilingüe y vibra al sonido de Salsa y Cumbia.
La carretera sigue la línea de la playa. Es inevitable tomar un baño en las aguas calientes del Atlántico. El primer destino es Cabo Cañaveral, la base de la NASA. Se puede pasar todo el día en el centro de visitantes para admirar los cohetes históricos y probar los simuladores de vuelo del Space Shuttle. Varios museos explican la historia aerospacial, desde la carrera hacia la luna hasta los planes para conquistar al planeta Marte. Incluso se puede tomar un café y charlar con un auténtico astronauta.

Día 13: Los Angeles (California)

Hemos cruzado el desierto de Mojave. Por desgracia no hay ninguna carretera que cruza el inmenso vacío de piedras y arena. Así hemos tenido que coger la autopista. Unos 250 kilómetros más adelante nos hemos despedido de la Ruta66. El último tramo de asfalto histórico se encuentra justo encima de la famosa Falla de San Andrés. Aquí se encuentran dos placas tectónicas que provocan los terremotos que sufre el estado de California regularmente. En términos geológicos la ciudad de Los Angeles no pertenece en el continente americano, sino en la placa del Pacífico.

Los Angeles es un monstruo de ciudad. Hace 100km de largo y 90 de amplio. Cruzamos la zona urbana por autopistas de 16 carriles. Todo a lo grande. Y todo esta hecho para el tráfico individual, el transporte público es casi inexistente. Difícil de imaginar que Los Angeles tenía la red más extensa de tranvías del mundo, hace 100 años. Pero un consorcio de mega empresas del sector automóvil compró la compañía de tranvías … y la dejó morir para preparar el camino de la victoria del coche.

Nos alojamos en medio de Hollywood. Queremos celebrar la última noche de la Ruta66 en los bares del barrio del cine. En media hora vamos a salir para ver el paseo de las estrellas, ver el Kodak Theatre donde entregan a los Oscars y acabaremos cenando en un pequeño restaurante italiano, donde un pianista toca música nostálgica en directo.
Hemos cruzado casi todo el continente. Un reto y un viaje fantástico. Nos despedimos en el aeropuerto de Los Angeles.

Hasta la próxima!

Día 12: Las Vegas (Nevada)

Un día libre! Siempre espero ese día con curiosidad, a ver quien tiene ganas de dejar la moto para un día y descansar. Por la mañana todos pasearon de compras por la ciudad. Es el sitio ideal para encontrar souvenirs y regalos para la familia y los amigos.

Por la tarde cogimos el coche para hacer una excursión al desierto. El Valle de Fuego es un lugar hermoso y todos hemos quedado sorprendidos como solo una docena de los 100.000 turistas en Las Vegas se desplaza unos 70 kilómetros para ver este espectáculo natural. En medio de unas rocas gigantes de un color rojo intenso se esconden unos pequeños paraísos verdes. También hay dunas y pinturas rupestres de los indios que habitan el desierto desde hace miles de años. Un sitio precioso. Todo el contrario de Las Vegas. Hay silencio. Pero un par de horas más tarde ya hemovolvimoa a la locura ruidosa y divertida de Las Vegas.

Día 11: Las Vegas (Nevada)

Mucha gente dice que los 180km de Williams a Kingman son el tramo más bonito de toda la ruta. No me atrevo a hablar en superlativos, también hay otras etapas preciosas. Pero sí, la carretera pasa por paisajes espectaculares, siempre al lado del ferrocarril onde pasan trenes de mercaderías de hasta un kilómetro de largo. Todo es grande en America.
En Kingman dejamos la 66 y nos desviamos hacia el norte. No nos podemos perder la capital del pecado. Las Vegas es como un tsunami que arrolla los cinco sentidos humanos. Todo son luces e espectáculos, una auténtica locura. Nos alojamos en medio del “Strip”, el Boulevard de los bares, restaurantes, casinos y tiendas; esta vez en el famoso Excalibur.
Los grandes hotel-casinos de Las Vegas son inmensos y labirínticos. Las plantas destinados a la diversión no tienen ni ventanas, ni relojes; el mundo exterior no existe. Cada uno llega a sus conclusiones propios, pero nadie queda indiferente de la experiencia de Las Vegas.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Día 10: Grand Canyon (Arizona)

Tal como era previsible, no he podido aguantar el ritmo y colgar un resumen de cada día del viaje. Ahora ya se ha acabado, pero voy a explicar lo que pasó durante los últimos días.
La excursión al Gran Cañón del Colorado es casi obligatoria. La gigante cicatriz en la superficie de la tierra llega a 1.500 metros de profundidad. Hace 450km de largo y varios kilómetros de amplio. Es un obstáculo natural inmenso para el transporte terrestre. Entre los dos puentes más cercanas hay una distancia de 465 kilómetros. Es como si no hubiera ninguna carretera cruzando la línea entre San Sebastian y Madrid.
Las vistas son espectaculares y nadie del grupo se dejó perder la oportunidad de sobrevolar el cañón en helicóptero.
Pasamos la noche en el simpático pueblo de Williams y nos alojamos en el hotel más antiguo de toda Arizona. Una autentica perla al estilo western. Tampoco podimos evitar una coronita y un partido de "shuffleboard" en el bar al otro lado de la calle ...

lunes, 20 de septiembre de 2010

Día 9: Flagstaff (Arizona)

Otra etapa de casi 500 km nos ha llevado a Flagstaff, Arizona. La histórica Ruta66 cuenta con varias bifurcaciones que se usó en épocas distintas. Hemos cogido el tramo más antiguo, algo más largo, pero precioso. Pasa por el medio del desierto con montañas altas y por pueblos de indios. Nos encontramos en la zona de los Navajo. Hoy día se visten más pronto como auténticos vaqueros. Nos hemos parado en el “continental divide”, la línea divisora de las aguas. Los ríos al este de la línea acaban en el Golfo de México, los del oeste en el Pacífico. En el paisaje no se puede identificar la línea.
La siguiente parada hemos hecho en el Meteor Crater, un inmenso cráter de meteorito, formado hace unos 50.000 años. Según los científicos el meteorito era un fragmento de solo 50 metros de diámetro. Pero impacto con una velocidad de 64.000 km/hora y dejó un cráter de un kilómetro de diámetro. Impresionante.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Día 8: Albuquerque (New Mexico)

En el este de Texas se acumulan los pueblos fantasma al lado de la Ruta66. Desde la construcción de la autopista los viajeros ya no se paran, muchos negocios tuvieron que cerrar y la gente migró a sitios más prósperos. Las poblaciones quedan abandonadas al lado de la carretera. Hemos visto muchísimos moteles, gasolineras y restaurantes abandonados.

Ya hemos hecho la mitad de la ruta! En el diminuto pueblo de Adrian se encuentra el punto medio. Los Angeles y Chicago, los puntos extremos de la ruta, se encuentran a la misma distancia de 1.139 millas.


Con la entrada al estado de Nuevo Mexico el paisaje cambia bruscamente. El verde desaparece y deja paso al desierto con sus mesas espectaculares. Una de mis paradas favoritas es el lago Santa Rosa, en medio del desierto. En Agosto ya me bañado varias veces, pero hoy no hace tanto calor.


La etapa más larga nos ha llevado a Albuquerque, la ciudad más grande del estado. Nos alojamos en un hotel céntrico justo a lado de la zona de bares. Hay mucha marcha en esta ciudad, muchas motos y muchísimos coches tuning. En una lavandería un poco más arriba del hotel todavía no han cambiado los vidrios. Hace dos años hubo un tiroteo nocturno y se ve claramente ocho agujeros de bala en la fachada de cristal. Eso también es America.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Día 7: Amarillo (Texas)

Saliendo de Oklahoma City hacia el oeste salvaje, el paisaje se empieza a transformar. Poco a poco los árboles desaparecen y se abre una gran estepa. A menudo vemos pozos de petróleo. La agricultura deja paso a la ganadería. El vacuno debe estar feliz en las praderas infinitas, lo que se nota en la calidad de la carne.

Todos hemos disfrutado con un mega bistec en el divertido restaurante cowboy llamado “Big Texan”. Es un poco turistada, es verdad, pero nos hemos pasado muy bien. El restaurante se hizo famoso por la oferta de un mega plato completo con bistec, patatas y ensalada. Si uno se lo acaba todo, el restaurante invita. Si no, cuesta unos 50 Dólares. El plato es inmenso, suficiente comida para tres días. Dicen que lo han intentado unos 50.000 personas en los últimos 50 años. Unos 9.000 lo han logrado. Un buen negocio, a parte del efecto publicitario.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Día 6: Oklahoma City (Oklahoma)

Hoy hemos cruzado el extremo sudeste del estado de Kansas y gran parte de Oklahoma. Por la mañana hemos ido de compras en una auténtica tienda cowboy. Luego hemos visitado un museo dedicado al actor y piloto de carreras Steve McQueen.


En Oklahoma la 66 se aleja de la autopista y cruza paisajes muy verdes y tranquilos. Para mi el tramo más bonito de la primera mitad de la ruta. La metrópolis de Chicago parece a años luz de distancia. La vida va a un ritmo mucho más lento aquí en las grandes llanuras. Los habitantes de esta zona son una gente muy simpática. El resto de los americanos bromea que una llamada telefónica en Oklahoma dura como mínimo una hora, también en el caso que uno se haya equivocado de número, llamando a un desconocido.


De la tormenta de ayer ya no se ve nada, ha vuelto el buen tiempo. Ahora nos preparamos para salir a cenar y tomar alguna copita en Bricktown, un barrio de antiguas naves industriales y almacenes que transformaron en una zona de bares muy viva.

Día 5: Carthage (Missouri)


No se puede ir de St. Louis sin subir al Gateway Arch. El arco de acero inoxidable se levanta unos 193 metros sobre el río Mississippi y es el monumento más alto del mundo. Desde arriba hay unas vistas espectaculares sobre el paisaje urbano de la ciudad de Mark Twain, Chuck Berry, Scott Joplin, Miles Davis y Nelly Furtado. Otra vez en tierra firme hemos visitado el interesante museo de la expansión americana hacia el oeste "salvaje".
A grandes rasgos cruzamos un estado cada día. Hoy hemos travesado casi todo el estado de Missouri. El paisaje sigue muy verde como en Illinois pero es más montañoso. La ruta cruza las estribaciones de los montes Ozark que llegan hasta Arkansas que ya pertenece a los estados del sur.


Es un tramo muy bonito, pero lo sería aún más si algunos segmentos no pasarían justamente al lado de la autopista. En el pueblo Pacific siempre pienso en el pequeño accidente que tuvo Xavier de Barcelona hace un par de años. Cayó en una mancha de aceite, pero justo delante de un semáforo, y por la baja velocidad no le pasó nada grave (gracias a díos, si existe).



Hemos comido en un bar de moteros muy animado y divertido. Por la tarde ha empezado a llover mucho y cenando en Carthage han empezado a sonar las sirenas indicando una alarma de tornado. Nunca se sabe cuando y donde se forma un tornado hasta que alguien lo vea. Solo se puede avisar que existen las condiciones climáticas que lo hacen posible. Ha bajado una tormenta muy potente, pero pasado una hora ha vuelto la tranquilidad. Hace un quarto de hora se ha anulado la alarma.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Día 4: St. Louis (Missouri)

Por la mañana hemos dejado la zona metropolitana de Chicago. De golpe nos hemos encontrado en un mundo tranquilo y rural. La 66 es una carretera pequeña con poco tráfico que atraviesa pueblos pintorescos e inmensos campos de maíz y soja. Una etapa poco espectacular, pero relajada y agradable.

400 km más adelante hemos llegado a las orillas del rió Mississippi. Es inmenso. En toda Europa no hay ningún río de esas dimensiones. Desde el puente se ve el punto donde se unen el Missouri y el Mississippi. Siempre me hace pensar en las fuentes del Missouri cerca del minuto pueblo Three Forks en Montana: Es uno de los sitios más bonitos que conozco. Pero está a casi 3.000km de aquí.
Tenemos suerte, el tiempo nos acompaña.

Día 3: Milwaukee (Wisconsin)

Después de un día de paseo por Chicago todos tenían ganas de recoger las motos y empezar el viaje. Para cualquier motero la visita al museo de Harley Davidson de Milwaukee es obligatoria. Solo hace un año que lo abrieron. En una ambientación ultra moderna exponen todos los modelos de la marca que han salido al mercado, desde el primero del año 1907. Me explicaron que el museo gastó un bastón para comprar un ejemplar de un coleccionista español, pero no sé si es verdad.


Antes hemos hecho una visita guiada por la nueva fábrica de motores de Harley. A finales del año pasado se trasladaron a una nave mucho más grande. Es interesante ver los procesos de fabricación industrial, con todas las medidas de seguridad y control de calidad, pero hoy la fábrica no estaba en función por una reunión de todos los empleados para discutir temas importantes del futuro de la empresa. La etapa de hoy ha sido el primer contacto con la moto, mañana salimos definitivamente por el asfalto histórico de la Ruta66.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Día 2: Chicago (Illinois)

Cada vez me alegro muchísimo cuando veo que la gente del grupo queda sorprendida de Chicago. La ciudad no tiene la fama mundial de Nueva York, pero estéticamente incluso está más bonita, más impresionante. Además, Chicago es una ciudad muy limpia, al menos en el centro. No acuerdo haber visto nunca una ciudad tan pulida, no hay basura, no hay graffitis.

Por la mañana hemos subido la Sears Tower. El edificio más alto del mundo occidental ofrece unas vistas espectaculares del mar de rascacielos de Chicago. Luego hemos ido a las orillas del lago Michigan y hemos visitado el Millenium Park, que ofrece dos de las obras de arte moderno más populares: Una instalación de video del catalán Jaume Plensa y una bola de mercurio gigante que refleja el paisaje urbano.

Por la tarde hemos ido a ver la casa particular de la familia Obama, hemos dado una paseo por el barrio Chino y hemos acabado en un bar con blues en directo.


Un día muy completo bajo un cielo esplendido y con temperaturas de verano. Todo empieza muy bien y esta vez he vigilado mucho que la grúa no se me lleve el coche ;-)


domingo, 12 de septiembre de 2010

Día 1: Chicago (Illinois)

El avión ha llegado puntual, pero como es habitual, se han formado colas largas en el control de inmigración. Tenia que esperar 45 minutos hasta salieron los miembros del grupo. En parte ya nos conocemos. Primero hemos ido al hotel para descansar del largo vuelo. Luego hemos probado la primera Hamburguesa americana auténtica en el restaurante delante del hotel. Lo lleva una familia de polacos, gente simpática, hace años que los conozco. Curiosamente hay una gran población polaca en Chicago. No sé si es por el clima … Hoy por la mañana estaba lluviendo pero con la llegada del grupo ha salido el sol.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Día 0: Chicago (Illinois)

A ver si lo consigo esta vez: colgar un pequeño resumen de cada día del viaje. Será duro y difícil, ponerme al ordenador cada noche, después de 10 horas por la carretera, una cena abundante y alguna cervecita. Lo intentaré ...



Jueves llegué a Chicago. Ayer me movi por la ciudad para dejarlo todo preparado para la llegada del grupo, hoy sobre las 3 de la tarde. Aproveché para hacer un poco de turismo, siempre quedan cosas nuevas para conocer. Visité el museo INTUIT, una institución que pretende dar soporte a artistas fuera de las corrientes predominantes. Pero quedé un poco decepcionado, la exposición es muy pequeña y no ofrece nada revolucionario.

Luego he dado un paseo por el parque Lincoln, una isla de tranquilidad y naturaleza en medio de la ciudad. Pero detrás de los árboles siempre sale el impactante fondo panorámico de los rascacielos del centro. Tampoco está lejos el lago Michigan, que parece un mar, por sus dimensiones, las playas y el color del agua. Pero no huela a mar, porque claro, es agua dulce. Ocupa la misma superficie que Aragón y Navarra juntos. El paseo por sus orillas está muy frecuentada por los habitantes de la ciudad. Parece que todos tienen o perro o bicicleta, o las dos cosas.

Me informé tambien como conseguir entradas para el partido de futbol americano mañana, entre los Chicago Bears y Detroit. Bueno, cuesta mínimamente 75 Dólares la entrada para los peores sitios. A ver quien se anima ...

viernes, 3 de septiembre de 2010

Milwaukee sin Cerveza y sin Motos

La estrategia corporativa de Harley Davidson es difícil de comprender. Mientras la gerencia discutía públicamente la posibilidad de desplazar sus fábricas de Wisconsin a otra región americana, ya trasladó la fabricación de motores a otra nave. Pero se encuentra a tan solo ocho millas de las instalaciones abandonadas, en los afueras de Milwaukee. Se organizó el traslado de tal forma que no fue necesario interrumpir la fabricación. Dentro de poco, la administración y el departamento de desarrollo deben seguir. Harley ya está buscando un comprador para la nave obsoleta.

No se sabe si el traslado es el primer paso del famoso fabricante de motos para abandonar definitivamente el estado de Wisconsin. En Abril la gerencia avisó a sus empleados de un posible traslado en caso que no consiga una reducción radical de los costes de fabricación. Al menos parece que Harley Davidson descarta el desplazamiento a un país de sueldos bajos. Probablemente sería el suicidio comercial de la marca con la imagen de autenticidad americana.

La retirada de Harley Davidson sería otro golpe duro para la ciudad en las orillas del lago Michigan. A parte de la pérdida de 1.600 lugares de trabajo es una cuestión de imagen: Cualquier Americano relaciona Milwaukee con cerveza y motos. De la industria de cerveza, que hace pocas décadas aprovisionaba medio país, ya no queda casi nada. En los años 80 la cervecería Schlitz se trasladó a Detroit. Empleados y habitantes se sentían traicionados, ya que la marca solía hacer publicidad con el lema “la cerveza que hacia Milwaukee famoso”. En 2008 siguió la empresa Miller, la segunda cervecería más grande de Estados Unidos. Se traslado justamente al vecino rival, a Chicago.

Harley Davidson anunció su decisión definitiva para otoño. Mientras tanto se puede visitar sus nuevas instalaciones en Menomonee Falls y observar de cerca como monta sus motores. Evidentemente no nos perdemos esa oportunidad en nuestros viajes por la Ruta 66. En un par de semanas vamos a volver a Milwaukee, a ver como están las cosas en la casa Harley.