Lejos del kitsch y de los tópicos volvemos a descubrir la Ruta66. Encontramos músicos, películas de Hollywood, indios y bandidos, triunfos y tragedias. Hay mucho más que la nostalgia de los años 50.



jueves, 30 de septiembre de 2010

Día 13: Los Angeles (California)

Hemos cruzado el desierto de Mojave. Por desgracia no hay ninguna carretera que cruza el inmenso vacío de piedras y arena. Así hemos tenido que coger la autopista. Unos 250 kilómetros más adelante nos hemos despedido de la Ruta66. El último tramo de asfalto histórico se encuentra justo encima de la famosa Falla de San Andrés. Aquí se encuentran dos placas tectónicas que provocan los terremotos que sufre el estado de California regularmente. En términos geológicos la ciudad de Los Angeles no pertenece en el continente americano, sino en la placa del Pacífico.

Los Angeles es un monstruo de ciudad. Hace 100km de largo y 90 de amplio. Cruzamos la zona urbana por autopistas de 16 carriles. Todo a lo grande. Y todo esta hecho para el tráfico individual, el transporte público es casi inexistente. Difícil de imaginar que Los Angeles tenía la red más extensa de tranvías del mundo, hace 100 años. Pero un consorcio de mega empresas del sector automóvil compró la compañía de tranvías … y la dejó morir para preparar el camino de la victoria del coche.

Nos alojamos en medio de Hollywood. Queremos celebrar la última noche de la Ruta66 en los bares del barrio del cine. En media hora vamos a salir para ver el paseo de las estrellas, ver el Kodak Theatre donde entregan a los Oscars y acabaremos cenando en un pequeño restaurante italiano, donde un pianista toca música nostálgica en directo.
Hemos cruzado casi todo el continente. Un reto y un viaje fantástico. Nos despedimos en el aeropuerto de Los Angeles.

Hasta la próxima!

No hay comentarios:

Publicar un comentario